Por Begoña Perez Climent
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21 feb, 2022
Cuando el agente 007, Bond, James Bond, se hospeda en la ciudad de Valencia siempre lo hace en el mismo sitio. En Francia, Avenida de Francia. Solo esa zona tiene categoría suficiente. Quien a principios de los 90 apostó por comprar una (o varias viviendas) en el nuevo Plan Parcial, tomó una muy buena decisión. Sobre plano, un piso de tres dormitorios, dos baños, el estandar de la época, costaba menos de 20 millones de pesetas. Ahora mínimo 50. Pero para dar ese paso debías ser muy osado. Más allá del río no era Valencia. Si cruzabas al otro lado, podías no volver jamás. Solo existía el Palau de la Música, inaugurado en 1987, como presagio de lo que podía convertirse la zona. La Ciudad de las Ciencias todavía estaba en pañales. A principios de 1996 se coloca la primera piedra de la nueva urbanización, pero la transformación de este nuevo distrito se confirmó con la apuesta de empresas tan importantes como Iberdrola, con su torre terminada en 2006, y sobre todo, El Corte Ingles, que inauguró su nueva tienda en el 2004. Valencia ya tenía dos centros.